lunes, 6 de abril de 2009

REFLEXIÓN... EN EL AULA

¿DE QUÉ SIRVE EL PROFESOR?


Por Umberto Eco Para LA NACION



¿En el alud de artículos sobre el matonismo en la escuela he leído un episodio que, dentro de la esfera de la violencia, no definiría precisamente al máximo de la impertinencia... pero que se trata, sin embargo, de una impertinencia significativa. Relataba que un estudiante, para provocar a un profesor, le había dicho: "Disculpe, pero en la época de Internet, usted, ¿para qué sirve?"

El estudiante decía una verdad a medias, que, entre otros, los mismos profesores dicen desde hace por lo menos veinte años, y es que antes la escuela debía transmitir por cierto formación pero sobre todo nociones, desde las tablas en la primaria, cuál era la capital de Madagascar en la escuela media hasta los hechos de la guerra de los treinta años en la secundaria.
Con la aparición, no digo de Internet, sino de la televisión e incluso de la radio, y hasta con la del cine, gran parte de estas nociones empezaron a ser absorbidas por los niños en la esfera de la vida extraescolar.

De pequeño, mi padre no sabía que Hiroshima quedaba en Japón, que existía Guadalcanal, tenía una idea imprecisa de Dresde y sólo sabía de la India lo que había leído en Salgari. Yo, que soy de la época de la guerra, aprendí esas cosas de la radio y las noticias cotidianas, mientras que mis hijos han visto en la televisión los fiordos noruegos, el desierto de Gobi, cómo las abejas polinizan las flores, cómo era un Tyrannosaurus rex y finalmente un niño de hoy lo sabe todo sobre el ozono, sobre los koalas, sobre Irak y sobre Afganistán.
Tal vez, un niño de hoy no sepa qué son exactamente las células madre, pero las ha escuchado nombrar, mientras que en mi época de eso no hablaba siquiera la profesora de ciencias naturales. Entonces, ¿de qué sirven hoy los profesores?

He dicho que el estudiante dijo una verdad a medias, porque ante todo un docente, además de informar, debe formar. Lo que hace que una clase sea una buena clase no es que se transmitan datos y datos, sino que se establezca un diálogo constante, una confrontación de opiniones, una discusión sobre lo que se aprende en la escuela y lo que viene de afuera. Es cierto que lo que ocurre en Irak lo dice la televisión, pero por qué algo ocurre siempre ahí, desde la época de la civilización mesopotámica, y no en Groenlandia, es algo que sólo lo puede decir la escuela. Y si alguien objetase que a veces también hay personas autorizadas en Porta a Porta (programa televisivo italiano de análisis de temas de actualidad), es la escuela quien debe discutir Porta a Porta. Los medios de difusión masivos informan sobre muchas cosas y también transmiten valores, pero la escuela debe saber discutir la manera en la que los transmiten, y evaluar el tono y la fuerza de argumentación de lo que aparecen en diarios, revistas y televisión.
Y además, hace falta verificar la información que transmiten los medios: por ejemplo, ¿quién sino un docente puede corregir la pronunciación errónea del inglés que cada uno cree haber aprendido de la televisión?

Pero el estudiante no le estaba diciendo al profesor que ya no lo necesitaba porque ahora existían la radio y la televisión para decirle dónde está Tombuctú o lo que se discute sobre la fusión fría, es decir, no le estaba diciendo que su rol era cuestionado por discursos aislados, que circulan de manera casual y desordenado cada día en diversos medios –que sepamos mucho sobre Irak y poco sobre Siria depende de la buena o mala voluntad de Bush.
El estudiante estaba diciéndole que hoy existe Internet, la Gran Madre de todas las enciclopedias, donde se puede encontrar Siria, la fusión fría, la guerra de los treinta años y la discusión infinita sobre el más alto de los números impares.
Le estaba diciendo que la información que Internet pone a su disposición es inmensamente más amplia e incluso más profunda que aquella de la que dispone el profesor.
Y omitía un punto importante: que Internet le dice "casi todo", salvo cómo buscar, filtrar, seleccionar, aceptar o rechazar toda esa información.

Almacenar nueva información, cuando se tiene buena memoria, es algo de lo que todo el mundo es capaz. Pero decidir qué es lo que vale la pena recordar y qué no es un arte sutil. Esa es la diferencia entre los que han cursado estudios regularmente (aunque sea mal) y los autodidactas (aunque sean geniales).

El problema dramático es que por cierto a veces ni siquiera el profesor sabe enseñar el arte de la selección, al menos no en cada capítulo del saber. Pero por lo menos sabe que debería saberlo, y si no sabe dar instrucciones precisas sobre cómo seleccionar, por lo menos puede ofrecerse como ejemplo, mostrando a alguien que se esfuerza por comparar y juzgar cada vez todo aquello que Internet pone a su disposición.
Y también puede poner cotidianamente en escena el intento de reorganizar sistemáticamente lo que Internet le transmite en orden alfabético, diciendo que existen Tamerlán y monocotiledóneas pero no la relación sistemática entre estas dos nociones.

El sentido de esa relación sólo puede ofrecerlo la escuela, y si no sabe cómo tendrá que equiparse para hacerlo. Si no es así, las tres I de Internet, Inglés e Instrucción seguirán siendo solamente la primera parte de un rebuzno de asno que no asciende al cielo.

La Nacion/L’Espresso (Distributed by The New York Times Syndicate)

(Traducción: Mirta Rosenberg)
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A PROPÓSITO DE ... REFLEXIÓN

Para Reflexionar
¨La Herencia de Europa¨
(Hans George Gadamer)

¨ Qué relación tiene la filosofía con la situación de todos nosotros, con nuestros temores, nuestras esperanzas y nuestras expectativas ¨ (p.19)

¨ ¿Qué hemos aprendido? ¨

¨ ¿De qué sirve haber visto muchas cosas? ¨

¨Filosofía significa según intereses teóricos, significa una vida que formula las preguntas sobre la verdad y el bien, de un modo que no refleja el beneficio propio ni el provecho público¨.

La fenomenología, la doctrina del saber, tal como se aparece. Procede sencillamente a descubrir y reconocer leyes en el mundo de la percepción.

El Deber Ser (algo como lo que debe ser).

Tomar algo por algo es interpretar.

El Otro y Lo otro. Y Nosotros mismos.

Aprender a aprender en la diferencia. En la diversidad.

¨Tenemos que aprender a no tener razón.¨

Si la ciencia fuera concluyente…

La Práctica: no debe entenderse en el sentido teórico en el cual no es más que el empleo de la teoría.

Estamos totalmente inmersos en la naturaleza, por medio de la práctica.

¨Pero esto es la práctica, que cada uno es responsable y pertenece a su sociedad, a su nación y en general a la humanidad ¨.

No podemos seguir viendo la naturaleza como un simple objeto para la explotación; debemos considerarla como una compañera en todas sus manifestaciones, pero también conceptuarla como el OTRO, con el cual convivimos. ¨

Tenemos que aprender a respetar al Otro y a lo Otro ¨.

Todos somos Otros y todos somos nosotros mismos.

¨La optimista imagen del futuro y la sensación de creer en el progreso…

¨Los conocimientos tradicionales que hasta entonces se habían transmitido bajo el nombre genérico de filosofía, se basaban en lo que se llamaba la metafísica. El nombre dice mucho: es lo que está detrás de la física y constituye su base.
Aquí la física no significa lo que nosotros llamamos física, sino aquella física tan humana de Aristóteles en la que el fuego se eleva , porque se siente a gusto entre las estrellas luminosas, y en la que una piedra cae hacia abajo, porque allí están todas las otras piedras y por lo tanto es su sitio.¨

En la actualidad es diferente. En el siglo de la ciencia moderna hay, por llamarla así, la voluntad rectilínea que imagina posibilidades, las investiga constructivamente y al final las lleva a la práctica, las realiza y las termina… con audacia y precisión al mismo tiempo.

Se ha abierto un campo ilimitado de investigación y producción que avanza por doquier hacia lo desconocido.

¨En el otro lado encontramos a la sociedad humana, instalada desde hace milenios en este mundo, con el que está familiarizado y donde ha construido su hogar, un conjunto heterogéneo de instituciones , usos y costumbres. La filosofía se ha impuesto la misión de mediar entre este extremos de la irrupción investigadora en lo desconocido y el de la conservación de un modo de vida conocido y comprensible. ¨

La misión de la filosofía en nuestro siglo, tiene que ver con ¨defender el conjunto de nuestra riqueza cultural, protegerlo de amenazas, quizá, y de prepararnos todos para la inminente misión de la humanidad. No sabemos si lo que se acerca son catástrofes o una pobreza creciente o el fatigoso trabajo de reducir y dirigir aquella voluntad rectilínea que como regida por su propia ley, nos impulsa hacia adelante y amenaza con llevarnos hasta la propia destrucción. ¨

Hans George Gadamer:

Nació en el año 1900 y murió en 2002, a la edad de 102 años. Fue alumno de Heidegger y profesor en las Universidades de Lepzig, Frankfurt y Heidelberg.

Son muy valiosos sus trabajos de interpretación de la Filosofía Antigua y sus trabajos sobre Hegel. Pero su obra más importante, publicada en 1960, es Verdad y Método.

Es el fundador de la Escuela Hermenéutica. Sostenía que la interpretación debe evitar la arbitrariedad y las limitaciones surgidas de los hábitos mentales, centrando su mirada en las cosas mismas, en los textos. Afirma que siempre que nos acercamos a un texto lo hacemos desde un proyecto, con alguna idea de lo que allí se dice. A medida que profundizamos la lectura, este proyecto va variando y se va reformulando según la lectura nos vaya confirmando o alterando nuestra precomprensión. Como este proceso puede prolongarse al infinito, nunca podemos afirmar que hemos dado la interpretación última y definitiva.

CANAL DE SANTA