EVALUACIÓN DE APRENDIZAJE Y COMPETENCIAS

El Decreto 0230
Cuánta tinta se ha derramado acerca de las distintas concepciones que genera este Decreto, relativo a la evaluación del trabajo escolar, en especial la evaluación de los estudiantes, ya que la evaluación de los docentes sólo es para algunos (¿quién dijo ruanas?).
Me parece que la evaluación, como instrumento o herramienta que permite mejorar una actitud hacia algo para aprhenderla y hacer uso de ella en las mejores condiciones, su discusión no debe estar basada únicamente en el porcentaje de los estudiantes que no se promocionan al grado siguiente. Aunque el gran lamento consiste en el paso a los grados subsiguientes de aquellos estudiantes que nos reprobaron, o sea, que no pudieron o no quisieron reproducir esos conocimientos transmitidos (o retransmitidos), específicos, etc.
Pero no conozco, o es muy escaso, que la reflexión se invierta: ¿Qué nos pasa a los maestros que los estudiantes no nos aprenden? ¿No nos hacen caso? Qué nos pasa a los maestros que no logramos vencer esa indiferencia del estudiante al trabajo escolar?
Ésa, muy respetuosamente, debe ser la verdadera reflexión en torno a este tema (decreto 0230), que sirve a muchos para ocultar y tapar indefinidamente su (nuestra) incapacidad. (¿?)
(¿Pido perdón?)