martes, 24 de marzo de 2009

ESENCIA DEL CONOCIMIENTO

(PARA GRADO UNDÉCIMO)

¿Es el objeto el que determina al sujeto, o el sujeto al objeto? Es la cuestión de la ESENCIA DEL CONOCIMIENTO (El Objetivismo. El Subjetivismo. El Realismo. El Idealismo. El fenomenalismo).
LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO: El conocimiento representa una relación entre un sujeto y un objeto. El verdadero problema del conocimiento consiste, por tanto, en el problema de la relación entre el sujeto y el objeto. Hemos visto que el conocimiento se representa a la conciencia natural como una determinación del sujeto por el objeto. Pero ¿No debemos hablar, a la inversa, de una determinación del objeto por el sujeto en el conocimiento? ¿Cuál es el factor determinante en el conocimiento humano? ¿Tiene éste su centro de gravedad en el sujeto o en el objeto?
Veamos las distintas posiciones al respecto:

El Objetivismo: Según éste, el objeto es el decisivo entre los dos miembros de la relación cognoscitiva. El objeto determina al sujeto. Éste ha de regirse por aquél. El sujeto toma sobre sí en cierto modo las propiedades del objeto, las reproduce. Esto supone que el objeto hace frente como algo acabado, algo definido a la conciencia cognoscente. Esta es la idea central del objetivismo. Según él, los objetos son algo dado, algo que presenta una estructura que es reconstruida por la conciencia cognoscente.
Para el objetivismo, el centro de gravedad del conocimiento reside en el objeto; el reino objetivo de las Ideas o esencias es, por decirlo así, el fundamento sobre el que descansa el edificio del conocimiento.

El Subjetivismo: Trata de fundar el conocimiento humano en el sujeto. Para ello coloca el mundo de las Ideas, de las esencias, el conjunto de los principios del conocimiento, en el sujeto. En éste radica la verdad del conocimiento. Pero téngase en cuenta que con el sujeto no se quiere significar el sujeto concreto, individual, del pensamiento, sino un sujeto superior, trascendente.
Lo peculiar del conocimiento ya no consiste en enfrentarse con un mundo objetivo, sino en volverse hacia aquel sujeto supremo. De él, no del objeto, recibe la conciencia cognoscente sus contenidos. Por medio de estos supremos contenidos, de estos principios y conceptos generales, levanta la razón el edificio del conocimiento (San Agustín). El conocimiento se halla fundado, por ende, en lo absoluto, en Dios.
Esta concepción también la encontramos en la filosofía moderna (el neokantismo): la idea central del subjetivismo se presenta aquí despojada de todos los accesorios metafísicos y psicológicos (escuela de Marburgo): el sujeto, en quien el conocimiento aparece fundado en último término, no es un sujeto metafísico, sino puramente lógico. Se significa con esto el conjunto de las leyes y los conceptos supremos de nuestro conocimiento. Éstos son los medios merced a los cuales la conciencia cognoscente define los objetos. Esta definición es concebida como una producción del objeto. No hay objetos independientes de la conciencia, sino que todos los objetos son engendros de ésta, productos del pensamiento.
Sólo hay un ser conceptual, mental, no un ser real, independiente de la pensamiento (es un riguroso idealismo).

El Realismo: es aquella posición epistemológica según la cual, hay cosas reales, independientes de la conciencia.
En el realismo ingenuo, las cosas nos son dadas como producto o contenidos de la percepción. Identifica los contenidos de la percepción, con los objetos. Las cosas son, según el realismo, exactamente como las percibimos.
El realismo natural, está influido por reflexiones críticas sobre el conocimiento. Ya no identifica el contenido de la percepción con el objeto, sino que distingue el uno del otro.
El realismo crítico: no cree que convengan a las cosas todas las propiedades encerradas en los contenidos de la percepción, sino que es, por el contrario, de opinión que todas las propiedades o cualidades de las cosas que percibimos sólo por un sentido como los colores, los sonidos, los olores, etc., únicamente existen en nuestra conciencia. Estas cualidades surgen cuando determinados estímulos externos, actúan sobre nuestros órganos sensoriales. No tienen, pues, carácter objetivo, sino subjetivo. Es menester, sin embargo, suponer en las cosas ciertos elementos objetivos y causales para explicar la aparición de estas cualidades. El hecho de que la sangre nos parezca roja y el azúcar dulce, ha de estar fundado en la naturaleza de estos objetos.

El Idealismo: Éste sustenta la tesis de que no hay cosas reales independientes de la conciencia. Se divide en:
El idealismo subjetivo o psicológico: las cosas no son nada más que contenidos de la conciencia. Todo su ser consiste en ser percibidas por nosotros, en ser contenidos de nuestra conciencia. Tan pronto como dejan de sr percibidas por nosotros, dejan también de existir. No poseen un ser independiente de nuestra conciencia. Nuestra conciencia con sus varios contenidos, es lo único real.
El idealismo objetivo: los objetos del conocimiento existen (engendrados) como producto del pensamiento. Mientras el idealismo subjetivo ve en el objeto del conocimiento algo psicológico, un contenido de conciencia (y el realismo lo considera como algo real, como un contenido parcial del mundo exterior), el idealismo lógico lo tiene por algo lógico, por un producto del pensamiento.
Veamos un ejemplo: cogemos un pedazo de yeso. Para el realista existe el yeso fuera e independientemente de nuestra conciencia. Para el idealista subjetivo el yeso existe sólo en nuestra conciencia. Su ser entero consiste en que lo percibimos. Para el idealista lógico el objeto yeso no existe ni en nosotros ni fuera de nosotros; no existe pura y simplemente, sino que necesita ser engendrado. Pero tiene lugar por obra de nuestro pensamiento. Formando el concepto de yeso, engendra nuestro pensamiento el objeto yeso. Para el idealista lógico, el yeso no es un objeto real ni un ser consciente, sino un ser lógico – ideal (¨El ser no descansa en sí mismo; el pensamiento es quien lo hace surgir¨. Escuela de Marburgo).
Para ambos idealismos, el objeto del conocimiento no es nada real, sino algo ideal.

El fenomenalismo: es un intento de reconciliación entre el realismo y el idealismo (Kant).
El fenomenalismo (fenómeno, apariencia) es la teoría según la cual, no conocemos las cosas como son en sí, sino como nos aparecen. Para el fenomenalismo hay cosas reales, pero no podemos conocer su esencia. Sólo podemos saber que las cosas son, pero no ¨lo que son¨. El fenomenalismo coincide con el realismo en admitir cosas reales; pero coincide con el idealismo en limitar el conocimiento a la conciencia, al mundo de la apariencia, de lo cual resulta inmediatamente la incognoscibilidad de las cosas en sí.
Cuando concebimos el mundo como compuesto de cosas que están dotadas de propiedades, o sea, cuando aplicamos a los fenómenos el concepto de sustancia; o cuando consideramos ciertos procesos como producidos por una causa, esto es, cuando aplicamos el concepto de causalidad; o cuando hablamos de la realidad, la posibilidad, la necesidad, todo esto se funda, en opinión del fenomenalismo, en ciertas formas y funciones a priori del entendimiento, las cuales excitadas por las sensaciones, entran en acción independientemente de nuestra voluntad. Los conceptos supremos o las categorías que aplicamos a los fenómenos, no representan por consiguiente, propiedades objetivas de las cosas, sino que son formas lógicas subjetivas de nuestro entendimiento, el cual ordena con su ayuda los fenómenos y hace surgir de este modo ese mundo objetivo que, en opinión del hombre ingenuo, existe sin nuestra cooperación y con anterioridad a todo conocimiento.
El mundo en que vivimos es, dicho con otras palabras, un mundo formado por nuestra conciencia. Nunca podemos conocer cómo está constituido el mundo en sí, esto es, prescindiendo de nuestra conciencia y de sus formas a priori. Pues tan pronto como tratamos de conocer las cosas, las introducimos, por decirlo así, en las formas de la conciencia. Ya no tenemos pues, ante nosotros la cosa en sí, sino la cosa como se nos aparece, o sea el fenómeno.
Esta teoría fue desarrollada por Kant.

Amigo Estudiante:
El Destino…, sí, el suyo, el mío, el de todos. Cómo lo podríamos considerar, desde el punto de vista de:
· El Objetivismo
· El Subjetivismo
· El Fenomenalismo
(HACER UN INFORME ESCRITO SOBRE ESTE ASUNTO, TIPO ENSAYO)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

PEDRO FABIO CUARTAS GARCIA Gracias por el material que pusiste, estuve buscando horas sobre la esencia del conocimiento... muchas gracias!!

Anónimo dijo...

Gracia por aclarar mis dudas que son muchas y dificiles para mi aterizarlas de la manera en que tu lo haces. gracia profesor

Anónimo dijo...

HAGRACIAS PEDRO FABIO GARCIA., SU BLOG ESTA MUY CLARO Y COMPLETO.. PUES ESTABA BUSCANDO Y ENCONTRE LO MAS IMPORTANTE DE LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO.

CANAL DE SANTA